Durante la reciente Comic-Con 2025, celebrada en San Diego, diversos empresarios del sector infantil aprovecharon el evento para debatir el impacto que los aranceles de Trump a los juguetes están generando. En contraste con la energía creativa de la convención, los pequeños y medianos fabricantes compartieron su creciente preocupación sobre cómo estas medidas comerciales afectan la estabilidad del mercado.

La industria del juguete en alerta
Jonathan Cathey, director ejecutivo de la firma The Loyal Subjects, participó en el panel «Juguetes, aranceles y guerras comerciales», donde expuso las consecuencias negativas de los aranceles de Trump a los juguetes. Según Cathey, estos aranceles distorsionan los precios, provocan aumentos en los costos finales y reducen la competitividad de las empresas estadounidenses. El impacto no se limita a los empresarios: también afecta directamente a los consumidores.
Daniel Pickett, moderador del panel, calificó las medidas arancelarias como exageradas y alarmantes. Subrayó que las políticas actuales han generado caos e incertidumbre en toda la cadena de suministro del sector juguetero.
Hasbro, innovación y empleo en juego
Una de las compañías más afectadas es Hasbro. La empresa ha tenido que recortar el 3% de su personal global como respuesta directa al aumento de costos causado por los aranceles de Trump a los juguetes. Cabe destacar que el 50% de sus productos vendidos en Estados Unidos proviene de China. Este hecho ha obligado a la compañía a buscar nuevas fuentes de suministro.
Por su parte, Cathey cuestionó la viabilidad de trasladar toda la producción a territorio estadounidense, señalando que existen más de 400.000 vacantes manufactureras sin cubrir. Recalcó que el verdadero valor añadido de EE. UU. es la innovación, no necesariamente la manufactura.
Un debate necesario para el futuro
Brian Flynn, representante de la empresa Super7, también se sumó a las críticas, resaltando la falta de claridad y dirección en la política comercial del gobierno de Trump. Según Flynn, la falta de estabilidad en estas decisiones ha provocado efectos colaterales que podrían debilitar la industria a largo plazo.
En conclusión, los aranceles de Trump a los juguetes generan una serie de impactos negativos tanto para productores como para consumidores. La industria exige un enfoque más equilibrado que proteja los empleos y promueva la competitividad sin sacrificar la accesibilidad del producto final.
Fuente:
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