A poco más de 50 días de que Donald Trump asuma su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, las amenazas sobre la imposición de un arancel del 25% a los productos provenientes de México y Canadá han reavivado la preocupación sobre una posible guerra comercial. Esta medida, presentada como una represalia por la inmigración ilegal y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, plantea importantes riesgos para las economías de ambos países. En particular, México, dado su alto nivel de dependencia económica de su vecino del norte, se enfrenta a un futuro incierto.
El impacto de los aranceles en la economía mexicana
México no está preparado para una guerra comercial con Estados Unidos, afirma Alejandra Cullen, analista de economía política. La posible imposición de aranceles afectaría gravemente el comercio bilateral, pues más del 80% de las exportaciones mexicanas se destinan a EE.UU., lo que resalta la vulnerabilidad del país. Entre los productos más afectados se encuentran los automóviles, autopartes y dispositivos electrónicos, los cuales conforman una parte significativa de las exportaciones mexicanas.
La estrategia de Trump, enfocada en presionar a México para frenar la inmigración y el narcotráfico, no solo sería perjudicial para el comercio bilateral, sino que también podría desencadenar una serie de efectos secundarios. Uno de los más importantes es la depreciación del peso mexicano y la volatilidad en los mercados bursátiles, como ya se ha observado en respuesta a las amenazas del presidente electo. Esta situación genera incertidumbre entre los inversionistas, que podrían optar por retirar su capital, exacerbando la inestabilidad financiera en el país.
La falta de alternativas comerciales para México
A pesar de los esfuerzos del gobierno mexicano por diversificar sus relaciones comerciales, el comercio con otros países, excepto con China, sigue siendo marginal. Como apunta Cullen, “México no tiene una alternativa equivalente al bloque de Norteamérica”. Esto significa que, ante una confrontación con Estados Unidos, México se vería obligado a ceder o a buscar soluciones que no siempre son viables a corto plazo. La falta de opciones viables para contrarrestar los efectos de los aranceles podría resultar en una crisis económica para el país latinoamericano.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)
El futuro del T-MEC, que en 2026 pasará por una revisión, es uno de los puntos clave en este escenario. Este tratado, que ha incrementado las exportaciones mexicanas a EE.UU. en un 39%, según Marcelo Ebrard. A esto sido crucial para la integración económica de ambos países. Sin embargo, las constantes amenazas de Trump de renegociar o incluso anular el tratado, junto con las críticas de funcionarios en Canadá, ponen en riesgo la estabilidad de la relación comercial.
En este contexto, el gobierno mexicano se enfrenta al desafío de mantener un equilibrio en sus negociaciones. A pesar de contar con negociadores capacitados, México debe priorizar una reconexión con sus socios comerciales internacionales, buscando fortalecer su economía frente a las presiones de Trump. “Es esencial una reorganización del empresariado y una reactivación de la diplomacia económica”, concluye Cullen.
Las consecuencias inflacionarias y el impacto en los consumidores
Una de las consecuencias más inmediatas de la imposición de aranceles sería el aumento de los precios de los productos importados. Según la coordinadora de Negocios Globales en la Universidad Iberoamericana, Aribel Contreras, los aranceles suelen ser absorbidos por los consumidores finales. Esto generaría un aumento de precios en productos de consumo en EE.UU., lo que podría contribuir a una inflación generalizada. Este fenómeno afectaría tanto a las empresas estadounidenses que dependen de insumos mexicanos como a los consumidores que verían encarecerse productos básicos.
Las empresas estadounidenses establecidas en México, como Ford, General Motors y Stellantis, también sentirían el impacto directo de una guerra arancelaria. Se estima que el precio de las camionetas fabricadas en México podría aumentar en unos 3.000 dólares por unidad, lo que afectaría tanto a las exportaciones mexicanas como al mercado interno estadounidense.
El historial de promesas incumplidas de Trump
A pesar de las amenazas, el historial de Donald Trump muestra que no siempre cumple sus promesas en cuanto a aranceles. En 2019, una amenaza similar quedó en suspenso tras intensas negociaciones entre ambos países. Sin embargo, el panorama actual sigue siendo incierto, y los mercados permanecen alertas ante cualquier signo de escalada en las tensiones comerciales. Los expertos sugieren que, a pesar de la turbulencia que podría generar este enfrentamiento económico, sería preferible evitar llegar a un punto de no retorno.
En Resumen
El aumento de los aranceles propuesto por Trump podría tener repercusiones devastadoras para la economía de México. Las consecuencias de una guerra comercial no solo afectarían a las empresas y trabajadores mexicanos, sino también a los consumidores de ambos países, exacerbando los problemas económicos y alimentando la inestabilidad global.
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