Desde hace casi 60 años, la Asociación Pro Bienestar de la Familia Ecuatoriana (Aprofe) ha trabajado por una sociedad más informada, autónoma y equitativa. Con presencia en varias ciudades del país, esta organización no gubernamental integra atención médica, educación sexual, empoderamiento social y acción comunitaria, siempre con un enfoque en la salud y el bienestar familiar.
Su historia comenzó el 31 de agosto de 1965, cuando el médico Paolo Marangoni Soravia impulsó la creación de la fundación como respuesta al crecimiento acelerado de la población ecuatoriana. Desde entonces, Aprofe se ha convertido en un referente en salud sexual y reproductiva.
Educación, salud y derechos: un modelo comunitario
La misión de Aprofe ha sido constante: fomentar la paternidad responsable, el conocimiento de los derechos y la atención integral de las familias. Bajo la dirección actual de Sophia Forneris, la institución ha reforzado sus servicios, sin perder de vista su enfoque en las poblaciones más vulnerables.
“Nuestra propuesta educativa está ligada a la vida real de las personas. Enseñamos para la autonomía, para el cuidado mutuo, para la salud física y emocional”, señala Forneris.
Con clínicas en Guayaquil, Quito y Cuenca, Aprofe ofrece atención en áreas como ginecología, planificación familiar y salud integral, en espacios donde prima la calidez, la escucha y el respeto.
Un centro en el suburbio guayaquileño, ubicado en la calle la 40 y la B, ha sido por más de 40 años un ejemplo de compromiso comunitario. Allí se imparten cursos gratuitos que fortalecen la formación ciudadana y el acceso a oportunidades.
Donar con sentido: la campaña “Dona tu Jean”
Aprofe ha logrado combinar la sostenibilidad con la solidaridad en campañas como “Dona tu Jean”, realizada en alianza con la marca American Eagle.
Esta iniciativa de economía circular recolecta jeans en buen estado en las tiendas de Quito, Guayaquil y Cuenca. Luego, las prendas son entregadas a personas en situación de vulnerabilidad dentro de la red de la fundación.
“Dar una segunda vida a una prenda significa también dignificar a quienes la reciben. No es solo ropa: es una muestra de cuidado y respeto”, destaca la directora.
Niñez y adolescencia: claves para el futuro
Aprofe también enfoca parte de su trabajo en la infancia y adolescencia. A través de talleres de liderazgo, arte, deporte y danza moderna, la organización fomenta habilidades, autoestima y construcción de proyectos de vida saludables.
“Acompañar a la niñez y juventud no es solo ofrecer actividades, es crear entornos seguros donde puedan expresarse, equivocarse, crecer y soñar”, afirma Forneris.
Todos sus programas educativos incorporan perspectiva de derechos, género e interculturalidad, apostando por una formación crítica y transformadora.

Una red nacional con rostro humano
Con más de 300 colaboradores a nivel nacional, Aprofe es una red articulada que combina medicina, psicología, educación, trabajo social y voluntariado.
Su capacidad de movilización ha permitido llegar a distintas zonas del país, incluso en contextos de crisis. Además, ofrece oportunidades para participar como voluntarios, pasantes o aliados estratégicos a través de sus canales digitales.
“La fuerza de Aprofe está en su gente. En cada profesional, en cada voluntario, en cada persona que cree que otra realidad es posible”, concluye Forneris.
Fuente: Expreso
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