La minería ilegal en el Alto Punino ha crecido de forma alarmante en los últimos dos años. Esta actividad afecta a las provincias de Napo y Orellana. Comuneros denuncian que grupos ilegales operan sin control. Por ello, exigen declarar un Estado de Excepción focalizado en la zona.
Operativos sin resultados duraderos
En 2023, se desplegó un megaoperativo con 1.000 uniformados. Intervinieron sectores de Napo y Orellana. Como resultado, se destruyeron 15 retroexcavadoras y se retuvieron cinco más. Sin embargo, la minería ilegal en el Alto Punino no se detuvo. Según el comandante Edwin Cañizares, la maquinaria entra y sale constantemente. En ciertos momentos, se estima que hay hasta 30 equipos activos.
Los grupos criminales usan caminos improvisados para mover la maquinaria. A veces, incluso se amparan en concesiones legales para evitar controles.
Daño ambiental creciente
El Proyecto MAAP ha documentado la expansión de la minería ilegal en el Alto Punino. Entre 2019 y 2024, la deforestación llegó a 1.422 hectáreas. El 90% de esta destrucción ocurrió fuera de las zonas permitidas. Además, la actividad ha invadido áreas protegidas como Sumaco-Napo Galeras. También afecta territorios indígenas de la nacionalidad Kichwa.
Oro ilegal y crimen organizado
El aumento del precio del oro ha vuelto atractiva la minería ilegal en el Alto Punino. Según el experto Renato Rivera, esta actividad ofrece más ganancias y menos riesgos que el narcotráfico. La falta de controles para exportar oro facilita el lavado de activos. Grupos como Los Lobos, Comandos de la Frontera y Los Choneros se disputan el negocio.
Violencia y abandono del territorio
La lucha por el control de la minería ilegal en el Alto Punino ha generado desplazamientos y violencia. En Orellana, los homicidios subieron de 58 a 108 por cada 100.000 habitantes en un año. Comunidades han tenido que abandonar sus tierras. El asesinato de 11 militares en mayo de 2025 confirmó el nivel de deterioro.

El Estado ha perdido presencia
Renato Rivera afirma que el Estado ya no tiene control en la zona. La minería ilegal en el Alto Punino se realiza abiertamente. Grupos criminales incluso han infiltrado instituciones públicas. En lugar de esconder la maquinaria, ahora enfrentan al Estado para proteger su negocio.
Frente a esta situación crítica, los comuneros exigen una acción inmediata. Advierten que si no se actúa pronto, la minería ilegal en el Alto Punino seguirá creciendo, con consecuencias aún más graves.
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Fuente:
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