Darío Javier Peñafiel Nieto, más conocido como ‘Topo’, empezó a involucrarse en delitos en el año 2016. En ese tiempo, fue acusado de participar en el secuestro de un ciudadano de Austria, en la zona de Gonzalo Pizarro, en Sucumbíos. Aunque fue condenado por secuestro y por formar parte de un grupo delictivo, ‘Topo’ ha salido libre al menos tres veces gracias a decisiones de jueces, incluso cuando también fue acusado de delitos más graves como asesinato y tráfico de armas.
‘Topo’ es cercano a Adolfo Macías, alias ‘Fito’, el líder de la banda criminal Los Choneros. Esta amistad lo convirtió en una persona muy importante dentro de la organización, especialmente en actividades ilegales relacionadas con la minería en la provincia de Orellana, en la Amazonía ecuatoriana.

Condenas, favores judiciales y libertad anticipada
En el año 2017, ‘Topo’ fue condenado a 11 años de cárcel por secuestrar a una persona y a tres años más por ser parte de una banda delictiva. Lo enviaron a la Cárcel Regional del Guayas, un lugar donde tenía mucho poder la banda Los Choneros. Allí, ‘Topo’ se hizo amigo y ganó la confianza de ‘Fito’, el jefe del grupo, y con el tiempo se volvió su mano derecha en la región amazónica del país.
A mediados de 2023, aunque todavía no terminaba su castigo, ‘Topo’ fue liberado gracias a un permiso que permite salir antes de tiempo. Esta fue la primera de varias decisiones de jueces que le ayudaron. Justo en ese momento, comenzó a crecer la minería ilegal en el río Punino, en Orellana. Los Choneros vieron una oportunidad para hacer dinero y tomaron el control de esa zona. Empezaron a cobrar dinero a los mineros ilegales y a venderles combustible para sus máquinas de manera ilegal.
El conflicto en Orellana y el ingreso de grupos armados extranjeros
La presencia de ‘Topo’ en Orellana desató conflictos internos en Los Choneros. Mientras él controlaba El Coca, otros sectores se aliaron con alias ‘Camilo’, generando una fractura interna. La disputa escaló rápidamente y desembocó en masacres en varios cantones amazónicos.
En respuesta a la violencia y extorsiones, los mineros ilegales pidieron protección a los Comandos de la Frontera (CDF), una disidencia armada de las FARC. Así comenzó una nueva etapa de violencia en la región: enfrentamientos directos entre Los Choneros y los CDF por el control del negocio minero.
Más delitos, más detenciones y más liberaciones
En marzo de 2024, la Fiscalía empezó a investigar a ‘Topo’ porque estaba acusado de atacar al policía Byron Morejón, quien supuestamente tenía relación con un grupo armado llamado CDF. En mayo de ese mismo año, Morejón fue asesinado. Las autoridades creyeron que ‘Topo’ estaba involucrado en el ataque, pero un juez decidió darle medidas alternativas y luego lo liberó. La razón fue que las cámaras de seguridad no mostraban claramente que fuera él.
En marzo de 2025, ‘Topo’ fue detenido otra vez en Orellana por tener armas grandes y peligrosas. Pero el 6 de junio, un juez llamado Walter Pío anuló ese caso porque dijo que hubo un error en cómo se aplicó la ley. Por eso, ‘Topo’ fue liberado de inmediato.
Un sistema que no reacciona y un criminal que sigue libre
Pese a que según las normas vigentes alias ‘Topo’ debía perder la libertad anticipada y regresar a prisión por la condena de secuestro, el sistema penitenciario y judicial ecuatoriano no ejecutó ninguna acción efectiva. Esto permitió impedir su liberación.
El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) ha enviado oficios para investigar lo ocurrido, pero hasta ahora no hay resultados concretos. Actualmente, ‘Topo’ está prófugo y no enfrenta ninguna medida por los múltiples delitos graves que se le imputan.
Un caso que expone la fragilidad institucional
El caso de alias ‘Topo’ muestra claramente los problemas que tiene la justicia y las cárceles en Ecuador. Estas instituciones no han podido hacer cumplir las penas de manera efectiva, especialmente con personas que están involucradas en bandas criminales. Que ‘Topo’ siga cometiendo delitos y que los jueces hayan tomado decisiones para dejarlo libre causa mucha molestia. Por eso, muchas personas dudan de que los jueces y las instituciones de justicia estén haciendo bien su trabajo y sean realmente independientes.
Fuente: Primicias
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