Reacción de Alfredo Serrano ante las acusaciones
El asambleísta socialcristiano Alfredo Serrano rechazó de manera firme las declaraciones del exministro de Gobierno, José de la Gasca, quien lo acusó de haber solicitado cargos a cambio de apoyar al oficialismo en la Asamblea. Serrano no dejó espacio a interpretaciones: “Váyase al diablo. Yo no estoy en venta”. En su versión, fue el propio Gobierno el que lo buscó con propuestas concretas para asegurar su voto en decisiones clave. Entre las supuestas ofertas, menciona la Subsecretaría de Gobierno y la vocalía del Consejo de Administración Legislativa.
Serrano manifestó que esas propuestas le llegaron a través de diferentes interlocutores. Según él, la intención del oficialismo era convencerlo con incentivos para obtener apoyo legislativo. Alfredo Serrano insiste en que su postura responde a principios y coherencia, valores que afirma mantener firmes en su carrera política.
Principios frente a presiones políticas
Durante su intervención, Alfredo Serrano destacó que su negativa se basó en el respeto a su bancada y a sus convicciones personales. Rechazó las propuestas incluso cuando le ofrecieron un cargo relevante en la Comisión de Educación. Según relató, le prometieron la vicepresidencia y un puesto de asesor para influir en su voto. Asegura que el oficialismo envió a seis personas distintas para intentar cambiar su decisión.
Pese a estas presiones, el legislador reafirmó que no cedió a ninguna de las tentaciones. “Tengo algo que ellos no conocen: principios y coherencia”, afirmó Serrano, diferenciándose así del estigma de negociaciones políticas turbias.

De la Gasca niega las acusaciones
José de la Gasca, por su parte, ofreció una versión completamente distinta. Según él, fue Serrano quien planteó una lista de pedidos para sumarse a la mayoría legislativa impulsada por el Gobierno. “Me apuntaba cargos y necesidades. Yo le dije: gracias, vaya por la sombrita”, expresó el exministro en una entrevista radial.
Este cruce de versiones ha generado polémica. Mientras Alfredo Serrano asegura que actuó con integridad, De la Gasca sostiene que enfrentó un intento de canje político. Ambos relatos presentan una cara distinta de la misma reunión y revelan la tensión que se vive detrás de la formación de consensos en la Asamblea Nacional.
El trasfondo político de la polémica
Más allá de los testimonios personales, el caso pone en evidencia las dificultades del oficialismo para consolidar una mayoría estable. Alfredo Serrano se ha convertido en un actor clave en esta dinámica, ya que su voto ha sido decisivo en momentos críticos. Según el legislador, su firmeza ha impedido que se consume una compra de apoyos a cambio de cargos públicos.
El conflicto entre Serrano y De la Gasca refleja la fragilidad de los acuerdos políticos en el país. En lugar de consensos sólidos, se exponen denuncias de ofrecimientos y presiones que dañan la confianza en el sistema democrático. Alfredo Serrano, al menos desde su versión, ha elegido marcar distancia de esos métodos.
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