El gobierno venezolano, a través de su cancillería, ha acusado de forma explícita la complicidad de Trinidad y Tobago en una presunta operación irregular. Según Caracas, individuos de nacionalidad trinitaria han sido detenidos tras ingresar a territorio venezolano con planes que, según afirma el régimen de Nicolás Maduro, han sido plenamente confesados.
Tensiones diplomáticas en aumento
En un comunicado oficial, la cancillería denunció que la complicidad de Trinidad y Tobago estaría debilitando las relaciones históricamente cooperativas entre ambas naciones. A pesar de los múltiples acuerdos energéticos bilaterales, la reciente retórica ha incrementado la desconfianza.
La primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, respondió enérgicamente, señalando que podría considerarse el uso de fuerza letal contra embarcaciones provenientes de Venezuela. Sus declaraciones, lejos de apaciguar el conflicto, profundizan la percepción de una complicidad de Trinidad y Tobago con elementos subversivos, según Caracas.
Declaraciones y pruebas según Venezuela
El canciller venezolano, Yván Gil, afirmó que las autoridades han presentado pruebas irrefutables que confirmarían la planificación de actos violentos. Dijo también que los supuestos criminales capturados tienen origen trinitario y han revelado información sensible. Para Venezuela, esto sustenta claramente la complicidad de Trinidad y Tobago en la reciente incursión.
Reacciones desde Puerto España
Por su parte, Persad-Bissessar aseguró que su gobierno no ha recibido pruebas tangibles que justifiquen las acusaciones. Afirmó que las declaraciones del ministro Diosdado Cabello representan una amenaza directa y carecen de fundamento verificable. No obstante, en Caracas insisten en la complicidad de Trinidad y Tobago, argumentando que la respuesta oficial trinitense elude el fondo del problema.
Contexto geográfico y energético
Ambos países, por un lado, están separados por apenas 10 kilómetros de mar; por otro, comparten intereses estratégicos en el campo gasífero Dragón. Sin embargo, a pesar de esta cercanía geográfica y de su cooperación energética sostenida, la supuesta complicidad de Trinidad y Tobago ha desencadenado una crisis diplomática considerable. En consecuencia, no solo se ha puesto en riesgo la seguridad bilateral, sino que también podrían verse comprometidos diversos acuerdos económicos. Por tanto, la estabilidad regional podría deteriorarse si no se retoman canales de diálogo formales entre ambas naciones.
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