Fortalecimiento institucional de las áreas protegidas
Con la aprobación de la Ley Orgánica para el Fortalecimiento de las Áreas Protegidas, Ecuador establece un hito en la defensa de su biodiversidad. Esta normativa crea el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), una institución autónoma encargada de gestionar los ecosistemas estratégicos del país. Su misión será técnica, financiera y legal, brindando respaldo a guardaparques y comunidades. El presidente de la Asamblea, Niels Olsen, calificó esta decisión como un acto de amor por el país y aseguró que con esta ley se pone fin al abandono institucional, garantizando apoyo real para quienes protegen la naturaleza.
Un compromiso político con la biodiversidad
Desde la Presidencia de la República, el mandatario Daniel Noboa subrayó que esta legislación consolida el compromiso nacional con el medio ambiente. La protección ambiental, señaló, deja de ser una opción y se convierte en una obligación. A través del SNAP, se busca enfrentar amenazas como la minería ilegal, la deforestación y la falta de sostenibilidad financiera en las áreas protegidas. El respaldo legal también garantiza derechos colectivos a pueblos indígenas, incluyendo la consulta previa, libre e informada, y prohíbe la privatización de estas zonas.

Guardaparques mejor capacitados
Uno de los aspectos más celebrados por los expertos fue la inclusión de carreras técnicas para la profesionalización de los guardaparques. Para Juan Esteban Rivadeneira, de la Asociación de Guardaparques del Ecuador, este avance representa una respuesta a décadas de abandono. La profesionalización no solo dignifica la labor, sino que fortalece la capacidad operativa del sistema de áreas protegidas. El SNAP también administrará fondos nacionales e internacionales, lo que brinda una base financiera sostenible para proteger estos ecosistemas.
Participación social en el modelo de gestión
Desde la sociedad civil, organizaciones como WWF y la Fundación Charles Darwin han respaldado esta normativa. Tarsicio Granizo, de WWF Ecuador, consideró que esta ley representa un cambio estructural, mientras que Yolanda Kakabadse sostuvo que el país reafirma su liderazgo ambiental con un marco legal moderno. Las áreas protegidas se ven fortalecidas no solo con gestión técnica, sino también con una relación más activa entre comunidades y naturaleza.
Proyección internacional del compromiso ambiental
Ecuador, al consolidar esta legislación, da un paso firme hacia el cumplimiento de sus compromisos globales en biodiversidad y acción climática. La creación del SNAP refuerza la capacidad del país para defender sus recursos naturales con herramientas modernas y efectivas. Además, proyecta una imagen responsable ante la comunidad internacional, inspirando a otras naciones a fortalecer sus propios marcos legales. Las áreas protegidas, en este nuevo escenario, dejan de ser un símbolo olvidado para convertirse en pilares de desarrollo ambiental y social.
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