A pesar de meses de negociaciones y de las significativas concesiones que varios países de Asia ofrecieron, el presidente Donald Trump reafirmó su plan de imponer aranceles “recíprocos”. Esta movida mantiene la incertidumbre en la economía global y la presión sobre las naciones exportadoras hacia Estados Unidos. La fecha límite autoimpuesta, que vencía el 9 de julio de 2025, cerró sin cambios significativos en los planes de la Casa Blanca.

Las ofertas de Asia no lograron frenar los aranceles
En un esfuerzo por frenar estas medidas, Indonesia se comprometió a adquirir USD 34.000 millones adicionales en cultivos y combustibles de Estados Unidos. Tailandia ofreció reducir varias barreras comerciales internas y comprar más aviones de fabricación estadounidense. Japón mostró disposición para adquirir mayores volúmenes de gas natural licuado durante las próximas dos décadas. Sin embargo, ninguna de estas ofertas logró modificar de manera sustancial la posición de Trump.
El lunes anterior, la Casa Blanca publicó 14 cartas dirigidas principalmente a países de Asia. En ellas se detallan las tasas de aranceles propuestas, que coinciden con las establecidas en abril pasado, antes de que se otorgara una prórroga de 90 días para posibles negociaciones.
El argumento de Trump: “déficits persistentes”
En sus cartas, Trump subrayó que las conversaciones comerciales han sido extensas pero infructuosas. Dijo que “los déficits comerciales persistentes” con países como Tailandia son insostenibles. Según el mandatario, las políticas arancelarias, no arancelarias y las barreras al comercio que imponen estos países han generado desequilibrios que Estados Unidos ya no está dispuesto a tolerar.
En esencia, Trump aplicó el mismo argumento a las cartas enviadas a otros países. Cambió únicamente el nombre del destinatario en cada caso. Este enfoque refleja la estrategia de la Casa Blanca de presionar por acuerdos comerciales que sean “más justos”. Según su visión, estos acuerdos deben beneficiar de forma directa a la economía estadounidense.
Incertidumbre global mientras se acerca el 1 de agosto
Los países afectados tienen ahora hasta el 1 de agosto para presentar nuevas ofertas. Esto es en un intento por evitar la entrada en vigor de estos aranceles “recíprocos”. Podrían afectar a industrias clave como la tecnología, el sector automotriz, los textiles y la agricultura en varias naciones asiáticas.
Economistas y analistas advierten que esta escalada arancelaria podría generar nuevas tensiones en las cadenas de suministro globales. También podría agravar los riesgos de recesión en mercados emergentes. Mientras tanto, se complica la posición de Estados Unidos frente a socios estratégicos de la región.
Un pulso que marcará el comercio global
La reafirmación de Trump de su política de aranceles “recíprocos” demuestra que su gobierno está dispuesto a mantener la confrontación. Desea lograr sus objetivos de reducción de déficits comerciales. No importa las consecuencias inmediatas en las relaciones con aliados estratégicos en Asia.
Los próximos días serán determinantes para evaluar si estas naciones cederán con nuevas concesiones o si se encaminan hacia un escenario de represalias comerciales. Esto ocurre en un contexto global donde la tensión entre proteccionismo y libre comercio sigue marcando la agenda económica.
Fuente: The New York Times
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