El Gobierno de Ecuador anunció que contratará a policías y militares retirados para asumir el control de la seguridad en los centros penitenciarios. Esta acción es parte de un plan de reestructuración del sistema carcelario. Además, busca fortalecer la lucha contra el crimen organizado que se ha arraigado en las cárceles del país.

Objetivo: liberar policías y militares activos para reforzar la seguridad en las calles
Actualmente, la seguridad penitenciaria está a cargo del cuerpo de vigilantes del SNAI (Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad), conformado por civiles sin armamento letal. También por policías y militares en servicio activo. Sin embargo, el Gobierno aspira a que la incorporación de policías y militares retirados permita trasladar a los uniformados activos a las calles. Esto en el marco del “conflicto armado interno” declarado por el presidente Daniel Noboa en 2024 para enfrentar a los grupos de crimen organizado.
“Estamos haciendo ciertas modificaciones para que personal policial y militar que ya se retiró de las fuerzas pueda incorporarse al servicio de seguridad del SNAI”, señaló el ministro del Interior, John Reimberg. Explicó que se seleccionará al personal necesario para hacerse cargo del sistema penitenciario con la experiencia y capacitación previa de los uniformados retirados.
Reforma legal para evitar afectaciones a las pensiones de jubilación
Uno de los principales obstáculos para ejecutar esta medida es la normativa vigente que establece la retención del 40% de la pensión de jubilación a los policías y militares que retomen funciones en el sector público. El ministro Reimberg aclaró que están trabajando en una reforma legal. Esta permitiría que quienes se reincorporen al sistema penitenciario conserven la totalidad de sus pensiones.
“Eso es algo que el presidente no va a permitir, y para esto estamos haciendo ya las modificaciones necesarias”, subrayó Reimberg. Además, confirmó que tras la aprobación legal, se iniciará un proceso de selección y capacitación de los postulantes en servicio pasivo.
Reestructuración del SNAI y nuevos directores de prisiones
El ministro informó que más del 50% del personal del SNAI ha sido removido. Actualmente se encuentran en un proceso de designación de nuevos directores para las cárceles del país. Este proceso busca sanear las estructuras de control interno y reducir los espacios de corrupción. Estos espacios, durante años, permitieron que las bandas criminales operen desde las cárceles.
Nuevas cárceles de máxima seguridad
El plan de reestructuración del sistema penitenciario contempla también la construcción de dos nuevas prisiones de máxima seguridad adicionales a la ‘Cárcel del Encuentro’. Esta está ubicada en Santa Elena y está siendo construida con un presupuesto de USD 52 millones, a cargo del grupo español Puentes, filial de China Road and Bridge Corporation. Esta prisión albergará a 800 reclusos y permitirá intervenir en otras cárceles como la Penitenciaría del Litoral. Esta es considerada la más peligrosa del país por las disputas internas entre bandas criminales.
Crisis carcelaria y violencia en Ecuador
Las cárceles ecuatorianas se convirtieron en focos de violencia que han aportado al incremento de los índices de homicidios en el país. Esto ha posicionado a Ecuador como uno de los países con más altos índices de asesinatos en Latinoamérica. Desde 2021, se registran más de 500 reclusos asesinados en una serie de masacres entre bandas que disputan el control de los centros penitenciarios.
La militarización de las cárceles desde inicios de 2024 y la declaratoria de “guerra” a las bandas criminales por parte de Daniel Noboa reflejan la magnitud del problema. La nueva medida de contratación de uniformados retirados busca fortalecer el control interno mientras se redireccionan recursos humanos para combatir el crimen organizado en las calles.
Fuente: Primicias
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