Un problema silencioso y extendido
En Argentina, el 59,4% de los menores de 15 años ha sido víctima de violencia física o psicológica dentro de su hogar. La violencia infantil en contextos familiares representa una de las formas más difíciles de detectar y combatir. La mayoría de los casos no son denunciados, lo que impide una intervención oportuna.
Frente a esta situación crítica, un grupo de investigadoras de la Universidad de San Andrés (UdeSA) ha desarrollado un sistema innovador de inteligencia artificial para detectar violencia infantil. Utilizando técnicas de machine learning, lograron construir modelos predictivos capaces de identificar hogares con alto riesgo de ejercer violencia física sobre menores.
Cómo funciona la inteligencia artificial para detectar violencia infantil
Las investigadoras María Edo, Victoria Oubiña y Marcela Svarc entrenaron un algoritmo utilizando datos de 7.358 hogares argentinos recolectados por Unicef durante los años 2019 y 2020. A partir de respuestas sobre métodos de disciplina en el hogar, el sistema identifica patrones vinculados a prácticas violentas.
Los resultados muestran que la inteligencia artificial para detectar violencia infantil puede identificar el 43% de los hogares con violencia dentro del 30% de los más riesgosos. Esta herramienta permitiría mejorar significativamente la prevención, especialmente en etapas tempranas.
Riesgos, beneficios y desafíos éticos
Si bien el uso de inteligencia artificial para detectar violencia infantil muestra gran potencial, las investigadoras advierten que estos modelos pueden reproducir sesgos preexistentes. En grupos sociales donde hay menos denuncias, el algoritmo puede sobreestimar el riesgo de violencia. Por ello, proponen ajustes y validación profesional en cada caso identificado.
“Aprendizaje automático y políticas públicas: detección temprana de la violencia física contra la infancia”.
Además, los resultados revelaron que el 41,8% de los hogares aplica algún tipo de castigo físico como método disciplinario. Aunque la prevalencia ha bajado respecto a encuestas anteriores, las tasas de denuncia siguen siendo mínimas.
La inteligencia artificial para detectar violencia infantil puede convertirse en una poderosa herramienta de política pública. Su aplicación cuidadosa y ética puede permitir que miles de niños crezcan en entornos más seguros y protegidos.}
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