El inicio oficial del verano ha traído consigo una ola de calor récord que se extiende rápidamente desde el centro hacia el noreste de Estados Unidos. Esta intensa condición climática, provocada por una cúpula de calor que atrapa aire caliente en la atmósfera, podría impactar negativamente la salud pública. También afectaría las actividades cotidianas de millones de personas.

Efectos inmediatos en el clima y la salud
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, esta ola de calor récord se caracteriza por temperaturas que superan los 90 grados Fahrenheit en gran parte del territorio al este de las Montañas Rocosas. En ciudades como Denver, Chicago, Nueva York y Washington D.C., se esperan cifras que podrían alcanzar o superar los 100 grados. Asimismo, se anticipan mínimas nocturnas inusualmente altas, lo que agrava el riesgo de estrés térmico. Esto es sobre todo en los sectores más vulnerables: niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
Además, se ha advertido que la combinación de calor y humedad generará una sensación térmica opresiva durante varios días consecutivos. Esto podría ocasionar golpes de calor, deshidratación y complicaciones cardiovasculares. Expertos en salud recomiendan limitar las actividades al aire libre, mantener una hidratación constante y buscar refugios en lugares climatizados.
Estados más afectados por la ola
Nebraska, Kansas, Iowa, Dakota del Sur y Colorado experimentarán los primeros embates severos de esta ola de calor récord. Habrá valores térmicos que justificarían suspender actividades recreativas y escolares. Posteriormente, se prevé que la ola se desplace hacia el noreste, alcanzando a Nueva York, Ohio, Pensilvania, Maryland y Nueva Jersey.
Medidas de respuesta y adaptación
Frente a esta ola de calor récord, diversas ciudades han comenzado a implementar estrategias de mitigación. Denver ha abierto centros recreativos, mientras que Chicago reactivará el funcionamiento diario de sus piscinas al aire libre, algo que no ocurría desde 2020. Por su parte, la ciudad de Nueva York ha dispuesto estaciones de enfriamiento, bibliotecas, centros comunitarios y parques acuáticos para ofrecer resguardo climático.
Según autoridades locales, estas iniciativas buscan facilitar el acceso a espacios seguros donde las familias puedan resguardarse. “Usaremos el aire acondicionado y las estaciones de enfriamiento, ya que somos una familia muy activa”, comentó Goddess Figueroa, residente de Brooklyn.
Cambio climático y mayor frecuencia de eventos extremos
Numerosos estudios han confirmado que el cambio climático ha contribuido al aumento de la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor récord. Este fenómeno, cada vez más común, representa un serio desafío para la salud pública y la infraestructura urbana.
En consecuencia, las autoridades y la población deben permanecer vigilantes. También deben adoptar conductas preventivas y responder de forma coordinada ante el aumento sostenido de eventos extremos como esta ola de calor récord que ya comienza a dejar sentir sus efectos.
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