Investigadores de universidades de China y Estados Unidos han dado un paso clave hacia un avance que hasta hace poco parecía ciencia ficción: lentes de contacto capaces de detectar luz infrarroja. Esta tecnología permitiría ver en la oscuridad o a través de la niebla, e incluso con los ojos cerrados.
El prototipo, aún en etapa experimental, utiliza nanopartículas que convierten radiación infrarroja en luz visible, lo que podría abrir nuevas aplicaciones en medicina, seguridad y comunicación.
Un proyecto binacional que rompe barreras científicas
El desarrollo fue posible gracias a una colaboración entre la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, la Universidad Fudan y la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Los resultados fueron publicados recientemente en la revista Cell.
Las pruebas demostraron que tanto animales como humanos lograron percibir señales infrarrojas, como luces LED y mensajes en código Morse. En algunos casos, los voluntarios reportaron ver mejor con los ojos cerrados, ya que los párpados filtran la luz visible pero no bloquean la radiación infrarroja.
Tecnología ligera y sin baterías
A diferencia de las gafas de visión nocturna tradicionales, estas lentillas no requieren baterías ni dispositivos externos. Son ultraligeras, discretas y permiten ver en color, algo que las distingue de los actuales sistemas monocromáticos.
Su funcionamiento se basa en metales de tierras raras, como el erbio y el iterbio, capaces de transformar la luz infrarroja en visible. Aunque la imagen proyectada aún es borrosa y limitada a señales potentes, los investigadores trabajan para mejorar su nitidez y sensibilidad.
Usos médicos, tácticos y cotidianos
El potencial de estas lentes va más allá de ver en la oscuridad. Los investigadores prevén aplicaciones quirúrgicas, donde podrían ayudar a los médicos a visualizar tejidos enfermos sin equipos adicionales. También se proyecta su uso en seguridad, autenticación invisible o comunicación infrarroja exclusiva entre usuarios que lleven las lentes.
Además, podrían convertirse en una herramienta para personas con baja visión, permitiéndoles detectar señales luminosas que el ojo humano no capta.

Entre la innovación y la ética
El desarrollo plantea interrogantes sobre los límites de la percepción humana. ¿Qué implicaciones tendría una tecnología que expande lo que podemos ver? Algunos expertos ya advierten sobre el uso militar o la vigilancia invisible.
Los científicos, sin embargo, insisten en que su meta es aumentar la autonomía humana y apoyar tareas donde la visión tradicional no es suficiente.
Por ahora, el producto no está disponible comercialmente. Su costo estimado ronda los 200 dólares por par, pero aún faltan pruebas y ajustes antes de que llegue al mercado.
Fuente: Gizmodo
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