Fallo judicial respalda uso de la Ley de Enemigos por parte de Trump
Una jueza federal en Pensilvania ha respaldado el uso que Donald Trump hace de la Ley de Enemigos para facilitar la deportación de inmigrantes venezolanos presuntamente asociados con el grupo criminal Tren de Aragua. Esta ley, originalmente promulgada en 1798, otorga amplias facultades ejecutivas durante tiempos de guerra, y Trump la ha invocado para abordar lo que considera una amenaza a la seguridad nacional.
El fallo fue emitido por la jueza Stephanie Haines, designada por el mismo Trump. Su decisión entra en conflicto con otros fallos judiciales, lo que podría escalar el caso hasta la Corte Suprema, como ha solicitado el gobierno federal. Este dictamen reabre el debate sobre la legitimidad del uso de herramientas legales bélicas en contextos migratorios durante tiempos de paz.
Ley de Enemigos y su uso actual genera división
Aunque Haines validó la autoridad de la proclamación presidencial, también impuso condiciones. La jueza determinó que el tiempo otorgado por las autoridades migratorias para notificar a los migrantes era insuficiente. Actualmente, solo se les otorgan 12 horas para responder si desean impugnar su deportación. Esto, según Haines, viola derechos constitucionales.
En consecuencia, el fallo ordena que los migrantes en ese distrito reciban un aviso de al menos 21 días antes de su expulsión. Este debe entregarse en inglés y español, indicando de forma clara que están siendo procesados bajo la Ley de Enemigos.

La disputa podría escalar al máximo tribunal
El caso tiene implicaciones legales más allá del distrito de Pensilvania. Por tratarse de un centro de detención clave en el noreste del país, la decisión de Haines sienta un precedente significativo. Sin embargo, la ACLU, que representa a uno de los migrantes afectados, ya ha anunciado su intención de apelar.
Los abogados argumentan que usar una autoridad de guerra en tiempos de paz es inconstitucional. Para ellos, la Ley de Enemigos debe ser interpretada con mayor restricción y no como un recurso político para acelerar deportaciones sin el debido proceso.
Más garantías procesales a los migrantes bajo la Ley de Enemigos
A pesar de haber respaldado el uso de esta herramienta legal, Haines exigió garantías adicionales para los migrantes. De esta manera, el uso de la Ley de Enemigos se ve limitado por la obligación de proveer procesos más claros y justos. Esto equilibra, al menos parcialmente, las preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos en procedimientos migratorios.
Un debate legal que no ha terminado
El uso de la Ley de Enemigos por parte de Trump marca un giro en la política migratoria de Estados Unidos. Si bien el fallo de Haines lo respalda, las apelaciones y otros fallos contradictorios en distintos distritos podrían obligar a la Corte Suprema a intervenir. El debate sobre su constitucionalidad y pertinencia en un contexto no bélico apenas comienza.
Más noticias:
Quito fortalece la innovación urbana mediante alianzas académicas y ciudadanas
Fuente: