Una amenaza que traspasa fronteras
La contaminación plástica urgente se ha convertido en un desafío multidimensional. Esta problemática no solo invade océanos y suelos, sino que se infiltra en nuestras cadenas alimentarias, afectando directamente la salud humana.
Según expertos del reciente foro organizado por WWF y UNEP, la urgencia de actuar nunca había sido tan evidente. Las voces reunidas coinciden: el momento de intervenir es ahora.
Innovación y tecnología contra la contaminación plástica urgente
Lorena Gallardo, de ReciVeci, expuso cómo su organización ha conectado todos los eslabones de la gestión de residuos reciclables. Gracias a herramientas tecnológicas, ahora es posible medir con precisión el flujo de materiales recuperados directamente de los recicladores de base.
Su iniciativa integra lo social, tecnológico y digital, generando información útil para industrias comprometidas con la sostenibilidad. Con su nueva versión de ReciApp, esperan incluir tanto al ciudadano común como al reciclador informal, creando datos útiles para decisiones empresariales responsables.

Economía circular como eje de cambio
Javier Díaz, representante de Enkador – Origin, destacó su apuesta por la economía circular. Implementan procesos que incluyen reducción de residuos, reciclaje e inclusión social, con presencia en toda Ecuador, Colombia y Perú.
Han desarrollado programas sociales productivos, trabajando estrechamente con comunidades locales. Su misión se resume en tres propósitos fundamentales: transformar el planeta, transformar vidas y promover la sostenibilidad.
Subtítulo con frase clave: Visibilizar la contaminación plástica urgente
Para Alejandro Luque, del CYMG de UNEP, el plástico no es sostenible. Afirmó que cada año se desechan más de 200 millones de toneladas métricas de plásticos visibles. Pero advirtió sobre una amenaza más oculta: la contaminación invisible, compuesta por microplásticos y químicos que afectan gravemente la salud humana.
Luque resaltó la necesidad urgente de que los gobiernos actúen, y que las decisiones se fundamenten en evidencia científica y políticas públicas firmes.
Una lucha que nos corresponde a todos
La contaminación plástica urgente no es solo un problema ambiental. Es una amenaza a nuestra salud, biodiversidad y sostenibilidad económica. La única respuesta viable es una articulación sólida entre sectores públicos, privados y la sociedad civil.
Este foro deja un mensaje inequívoco: la lucha contra el plástico no es opcional, es una obligación moral, científica y social.
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