El futuro político de Ecuador tras las elecciones
La reciente victoria de Daniel Noboa en la segunda vuelta electoral ha reavivado el debate sobre el cambio constitucional en Ecuador. El presidente ha insinuado en varias ocasiones la posibilidad de iniciar un proceso que convoque a una Asamblea Constituyente. Aunque aún no hay una hoja de ruta clara, el Gobierno confirmó que explora todas las vías jurídicas y políticas para llevarlo a cabo.
El respaldo popular obtenido en las urnas podría jugar a su favor, pero los analistas insisten en que la situación es más compleja.
Retos del proceso para la Asamblea Constituyente
Convocar a una Asamblea Constituyente no es tarea simple. El proceso requiere al menos tres votaciones nacionales, lo que implica tiempo, recursos y un clima político favorable. Aunque Noboa ganó con una diferencia significativa, eso no garantiza que pueda repetir el apoyo en una consulta para reformar la Constitución.
Expertos como Diego Zambrano alertan que el humor político en Ecuador es volátil. «Hoy pueden estar con él, mañana no», advierte. Además, la composición de una Constituyente no garantiza que tenga mayoría.

Alternativas al cambio constitucional vía Asamblea Constituyente
Una opción más rápida sería proponer reformas vía enmiendas constitucionales dentro de la Asamblea Nacional. Sin embargo, aquí también se presentan obstáculos. Lograr consensos y mayorías legislativas puede ser tan complicado como iniciar un proceso constituyente desde cero.
El Gobierno podría usar esta vía como argumento para acudir finalmente a la Asamblea Constituyente, presentándola como única salida ante un supuesto bloqueo político.
¿Qué temas quiere cambiar el Ejecutivo?
Entre los temas que el Gobierno busca reformar están la eliminación del CPCCS, el cambio en la asignación de escaños y aspectos de seguridad. Pero una Asamblea Constituyente abriría la puerta a debates más amplios: desde derechos sociales hasta la protección de recursos estratégicos.
El riesgo político de una Asamblea Constituyente
Más allá del procedimiento, el gran desafío de Noboa será mantener el respaldo ciudadano. Para lograrlo, debe comunicar con claridad sus propuestas y demostrar resultados en su gestión actual. De lo contrario, el proceso podría volverse en su contra.
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