El turismo ha evolucionado hacia la búsqueda de experiencias memorables que transformen la manera en que las personas descubren el mundo. Sin embargo, a pesar de su creciente demanda y el potencial de más de $1 billón de dólares, la industria aún enfrenta desafíos para conectar a los viajeros con experiencias auténticas, digitalizar las reservas y escalar de manera rentable. Desde pequeños operadores hasta grandes plataformas de distribución.
Un reciente estudio de McKinsey & Company revela un cambio de paradigma en el turismo global: la Generación Z está transformando la industria con nuevas preferencias y hábitos de viaje. Según el informe, los jóvenes nacidos entre 1997 y 2012 priorizan experiencias auténticas, sostenibles y digitales, redefiniendo la manera en que los destinos y empresas deben adaptarse para atraer a esta audiencia.
Además, los jóvenes viajeros ajustan sus presupuestos en vuelos, transporte y compras antes de reducir el gasto en vivencias que consideran esenciales para su viaje.
Preferencias emergentes de los turistas
- Un 70% de los encuestados afirma que prefiere gastar su dinero en experiencias de viaje memorables en lugar de productos físicos.
- El 55% de la Generación Z considera la sostenibilidad como un factor decisivo al elegir su destino.
- El 60% toma decisiones de viaje basadas en recomendaciones de creadores de contenido en plataformas como Instagram y TikTok.
- Más del 80% de los jóvenes prefieren gestionar su viaje a través de aplicaciones y plataformas digitales en lugar de agencias tradicionales.
¿Qué significa esto para la industria?
Los destinos turísticos y empresas del sector deben adaptarse a esta nueva realidad ofreciendo experiencias personalizadas, prácticas ecológicas y una fuerte presencia digital. La conectividad, la autenticidad y la inmediatez son clave para captar la atención de esta generación.
Las partes interesadas en el sector de los viajes pueden beneficiarse al centrarse en ofrecer experiencias memorables a los viajeros. Esto podría implicar reformular los servicios existentes o integrar nuevas experiencias durante el recorrido del viajero.
Para que la industria turística se involucre de manera efectiva, es fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Estancias en hoteles: Ofrecer experiencias como incentivos para reservas.
- Alquileres a corto plazo: Combinar alojamiento con experiencias.
- Paquetes de vuelos: Añadir experiencias a los paquetes vacacionales.
- Productos básicos reformulados: Transformar espacios tradicionales en experiencias únicas.
El negocio de las experiencias en los viajes está creciendo rápidamente y se encuentra en un punto de inflexión. La industria debe aprovechar las oportunidades para colaborar e innovar, mejorando los aspectos comerciales sin perder la esencia que convierte una experiencia en un viaje transformador. Conectar de manera efectiva a los viajeros, proveedores y plataformas será fundamental para esta evolución.
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