Este 12 de febrero, Ecuador celebró 193 años de la anexión oficial de las Islas Galápagos, reafirmando su compromiso con la protección y sostenibilidad de este ecosistema único en el mundo. En los últimos años, el país ha impulsado diversas iniciativas para la conservación marina, asegurando la protección de especies migratorias y ecosistemas frágiles.
La Reserva Marina Hermandad: un hito en la conservación
Uno de los avances más importantes en la protección del océano ha sido la creación de la Reserva Marina Hermandad (RMH). Un área protegida de 60.000 km² establecida en el marco de un acuerdo regional con Costa Rica, Panamá y Colombia.
La reserva se divide en dos zonas:
- 30.000 km² de conservación estricta (No Take), donde la pesca está completamente prohibida.
- 30.000 km² de pesca responsable, donde se aplican restricciones al uso de ciertas artes de pesca, como el palangre.
Según Eliécer Cruz, director del Programa Galápagos de Fundación Jocotoco, la creación de la RMH «representa un hito en la conservación de aguas abiertas, protegiendo especies marinas altamente migratorias y fortaleciendo la conectividad entre áreas marinas protegidas de dos países: la Reserva Bicentenario en Costa Rica y la Reserva Marina de Galápagos en Ecuador.»
Financiamiento y control de la reserva
El financiamiento para la gestión de la RMH proviene de un canje de deuda por naturaleza. Un mecanismo que permite destinar recursos sostenibles a la conservación marina. En diciembre de 2024, se aprobó una inversión inicial de USD 6 millones, destinados a fortalecer el control y la vigilancia de la reserva.
Las acciones de monitoreo y control están a cargo de la Armada del Ecuador, el Parque Nacional Galápagos y la Subsecretaría de Pesca, quienes trabajan para evitar actividades ilegales y garantizar el cumplimiento de las regulaciones ambientales.
Pesca sostenible y monitoreo satelital
Organizaciones como TUNACONS han trabajado en conjunto con el sector pesquero para garantizar que la pesca en la reserva sea sostenible. Se han implementado sistemas de monitoreo satelital para regular las operaciones y minimizar el impacto ambiental.
Además, se han delimitado zonas donde la pesca de atún con redes de cerco es permitida, asegurando un equilibrio entre la actividad económica y la conservación del ecosistema.
Guillermo Morán, director ejecutivo de TUNACONS, destacó la importancia de estos esfuerzos: «Actividades como la pesca y el turismo generan cambios en el ecosistema marino, por lo que es fundamental entender estos efectos mediante la investigación científica y aplicar buenas prácticas para su conservación.»
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Compromiso interinstitucional para la vigilancia ambiental
En febrero de 2024, el Ministerio del Ambiente, la Armada del Ecuador y el Ministerio de Producción firmaron un convenio para coordinar las acciones de control y vigilancia en la Reserva Marina Hermandad.
Este esfuerzo conjunto refuerza el compromiso del país con la protección de los recursos marinos, asegurando que Galápagos siga siendo un referente mundial en conservación ambiental.
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