El 20 de diciembre marca el primer día sin cortes de luz en el sector residencial de Ecuador tras tres meses de apagones. Sin embargo, la crisis eléctrica que enfrenta el país está lejos de resolverse por completo, a pesar de los esfuerzos gubernamentales.
La crisis eléctrica y las medidas de emergencia
La suspensión de los apagones residenciales se debe a diversos factores. Por un lado, Coca Codo Sinclair, una de las principales hidroeléctricas del país, está generando más de 1.000 megavatios, una mejora significativa. Por otro, las lluvias recientes han incrementado las reservas de agua en la represa de Mazar, y Ecuador ha logrado adquirir energía de Colombia.
A pesar de estas mejoras, el panorama sigue siendo incierto. La ministra de Energía, Inés Manzano, reconoció que, aunque el sector residencial está temporalmente libre de apagones, la crisis persiste en la industria. Las empresas del sector industrial, incluidas acerías, mineras y cementeras, continuarán experimentando interrupciones en el suministro eléctrico al menos hasta el 31 de diciembre.
Acciones del Gobierno: “El espacio entre el ofrecimiento y la realidad se llama gestión”
A través de un comunicado en X, Inés Manzano destacó que el fin de los apagones residenciales es resultado de la gestión de la administración del presidente Daniel Noboa. Según la ministra, las medidas implementadas no solo garantizaron energía en los hogares, sino también ampliaron la capacidad energética con la llegada de soluciones flotantes.
Una segunda barcaza de la empresa turca Karpowership, con capacidad para generar 100 megavatios, llegó al puerto de Las Esclusas en Guayaquil este 20 de diciembre. Este aporte se suma a una primera unidad que ya opera en el país, aunque su instalación se retrasó por problemas en las corrientes del río Guayas.
Impacto económico y desafíos pendientes
Los cortes de electricidad han generado un impacto significativo en la economía ecuatoriana, representando pérdidas de hasta el 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Aunque los hogares han recuperado el servicio, expertos advierten que la emergencia eléctrica no ha concluido. La demanda nacional de energía aún no está completamente cubierta, y la estabilidad del sistema dependerá de factores como el clima, el mantenimiento de las plantas generadoras y la importación de energía.
La ministra Manzano enfatizó que este es solo un paso hacia la solución de una crisis más amplia. Si bien los resultados actuales son alentadores, el futuro inmediato —especialmente después del 6 de enero de 2025— todavía presenta incertidumbres. La resolución completa de la crisis requiere tanto inversiones estructurales como políticas sostenibles.
En conclusión, aunque el Gobierno ecuatoriano ha logrado avances significativos en la gestión de la crisis eléctrica, esta continúa siendo un desafío estratégico que exige atención inmediata y planificación a largo plazo.
Más noticias:
El CNE en silencio ante el uso del Estado en campaña