La Asociación Mujeres Waorani de la Amazonía Ecuatoriana (AMWAE) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), se movilizaron este martes 20 de agosto de 2024 hacia Quito, la capital de Ecuador. El objetivo de su protesta fue exigir al gobierno de Daniel Noboa la suspensión de la explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, una de las reservas de biosfera más importantes del mundo. Decenas de personas del pueblo waorani, junto con representantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE)
Los manifestantes se concentraron frente a la sede del Ministerio de Energía, pidiendo el cese inmediato de la actividad petrolera en la Amazonía ecuatoriana. El presidente de la nacionalidad waorani, Juan Bay, fue una de las voces principales de la protesta. Exigiendo el cumplimiento del mandato popular que ordenaba la retirada de la explotación petrolera en el Yasuní.
Exigencia del Cumplimiento del Mandato Popular
La movilización se enmarca en el reclamo por la falta de cumplimiento de la consulta popular realizada el 20 de agosto de 2023. En esa consulta, el 58 % de los ecuatorianos votó a favor de que las reservas de crudo del Bloque 43-ITT. Este ubicado en el Parque Nacional Yasuní, permanezcan en el subsuelo de manera indefinida. Este resultado implicaba que la industria petrolera debía retirarse del área dentro de un plazo máximo de un año.
Sin embargo, a pesar de haberse cumplido el plazo, la actividad petrolera en el Yasuní continúa. En mayo de 2024, el presidente Noboa emitió un decreto ejecutivo para la creación de un comité encargado de ejecutar el resultado de la consulta popular, pero, según Juan Bay. Este comité no incluye la participación de los pueblos indígenas directamente afectados, lo que ha generado un fuerte descontento.
Propuesta de una Cumbre Internacional por el Yasuní
Durante la movilización, Bay propuso la organización de una “Cumbre Internacional por el Yasuní”, que incluya la participación del gobierno ecuatoriano, gobiernos locales, organizaciones internacionales y las comunidades indígenas afectadas. La idea es construir conjuntamente una hoja de ruta para el futuro del Yasuní y de los pueblos que lo habitan, buscando alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Bay enfatizó la necesidad de que las comunidades indígenas sean parte activa en las decisiones que afectan su territorio y su modo de vida. Además, recalcó la importancia de proteger el Yasuní no solo como una cuestión local, sino como una responsabilidad global, dada la relevancia de esta área como “pulmón del mundo”.
Reclamaciones de la CONAIE y AMWAE
Zenaida Yasacama, vicepresidenta de la CONAIE, también tomó la palabra durante la manifestación, recordando la “lucha histórica” que llevó a la consulta popular en 2023. Yasacama lamentó que, un año después de la votación. Se reclamo que no se hayan tomado medidas concretas para detener la explotación petrolera en el Yasuní. A la vez que pidió que se respeten los derechos y decisiones de los pueblos indígenas.
Por su parte, Alicia Cahuiya, representante de la AMWAE, hizo un llamado a la comunidad nacional e internacional para que se detenga la destrucción del Yasuní. Cahuiya denunció que la extracción petrolera está “matando a las comunidades” al contaminar los ríos y destruir el medio ambiente. “No queremos morir a cambio de petróleo”, declaró, subrayando la necesidad urgente de proteger el Yasuní para las futuras generaciones.
Un Llamado a la Acción
La movilización de los pueblos indígenas waorani en Quito representa un llamado urgente al gobierno de Ecuador y a la comunidad internacional para que se tomen medidas efectivas y respetuosas con los derechos de los pueblos originarios. La exigencia de detener la explotación petrolera en el Yasuní no solo es un acto de defensa territorial. Sino también una declaración a favor de la vida y la sostenibilidad ambiental. La propuesta de una Cumbre Internacional por el Yasuní podría ser el inicio de un diálogo necesario para encontrar soluciones que beneficien a todos los involucrados y, sobre todo, que protejan uno de los ecosistemas más valiosos del planeta.
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