Netflix ha confirmado el uso de inteligencia artificial generativa en su nueva serie ‘El eternauta’. Esta decisión ha generado un fuerte contraste con las medidas que ha adoptado la Academia de Cine en España.
La apuesta de Netflix por la inteligencia artificial
Netflix ha utilizado por primera vez inteligencia artificial generativa en una de sus producciones originales. Se trata de El eternauta, una serie argentina basada en la famosa novela gráfica de Héctor Oesterheld. La historia gira en torno a un grupo de sobrevivientes que enfrenta una letal nevada tóxica en Buenos Aires.
Ted Sarandos, codirector ejecutivo de Netflix, explicó que los equipos de efectos visuales aplicaron inteligencia artificial para crear una escena compleja: el derrumbe de un edificio en Buenos Aires. Según Sarandos, esta secuencia se completó diez veces más rápido que con métodos tradicionales.
El ejecutivo defendió que esta tecnología representa una herramienta de apoyo para mejorar la calidad del contenido, no solo para reducir costos. En sus palabras: “La IA permite resultados asombrosos con una velocidad notable”.
Otros ejemplos del uso de IA en Netflix
Sarandos también se refirió a la película Pedro Páramo, donde se empleó una herramienta llamada Vanity AI. Con ella, lograron rejuvenecer digitalmente a los personajes. A diferencia de El irlandés de Martin Scorsese, que utilizó técnicas más costosas, Pedro Páramo logró un resultado similar con una fracción del presupuesto.

Este ejemplo muestra cómo la inteligencia artificial puede ser una aliada para los creadores, al permitir efectos avanzados sin comprometer el control artístico humano.
Los Goya establecen límites al uso de la IA
Mientras Netflix celebra los avances de la IA generativa, la Academia de Cine en España toma una postura más cautelosa. En un comunicado reciente, informó que solo se aceptarán en los premios Goya aquellas obras lideradas por personas físicas.
Aunque se permitirá el uso de IA como herramienta de apoyo, será obligatorio que exista supervisión y participación creativa humana. La normativa prohíbe que se generen elementos fundamentales de la obra sin intervención directa de profesionales identificables.
Estas medidas reflejan la creciente necesidad de equilibrar la innovación tecnológica con la protección del trabajo artístico y la autoría humana. En este contexto, el caso de Netflix y El eternauta podría marcar el inicio de un debate global sobre los límites éticos del uso de la inteligencia artificial en la industria audiovisual.
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