En Ecuador, la contratación de seguros todavía genera dudas y percepciones erróneas en buena parte de la población. Al hablar de mitos y verdades sobre el uso del seguro, es importante destacar que, de acuerdo con la Superintendencia de Compañías, Seguros y Valores (2024), sólo el 3% de la población cuenta con un seguro privado, una de las tasas más bajas de la región. Esta limitada penetración refleja la falta de cultura aseguradora y el desconocimiento sobre la utilidad real de las pólizas en el día a día. Entender los mitos y verdades sobre el uso del seguro puede ayudar a cambiar esta realidad.
Muchas personas consideran que el seguro es un gasto innecesario o una solución que solo aplica en contextos extremos. Sin embargo, al conocer mejor los mitos y verdades del seguro, se puede ver la importancia de contar con mecanismos de respaldo que protejan el patrimonio, la salud o la estabilidad financiera frente a imprevistos.
Desde el sector asegurador se insiste en la necesidad de romper con ciertos mitos que limitan el acceso a estos productos, especialmente entre quienes más los necesitan. Comprender qué cubre un seguro, cómo se utiliza y qué herramientas existen para hacerlo más accesible puede marcar la diferencia entre la vulnerabilidad y la protección.
- “Tener un seguro es un lujo”: Muchas personas asocian el seguro con altos costos. Sin embargo, actualmente existen coberturas específicas y ajustadas a diferentes perfiles de ingreso. Desde seguros de salud y vida hasta productos para el hogar, mascotas, el auto o pequeños negocios, la oferta del mercado se ha diversificado para responder a una realidad cambiante y heterogénea.
- “El seguro solo sirve en catástrofes”: Una póliza puede ser útil para cubrir eventos cotidianos: una caída doméstica, un accidente menor en la vía o una fuga de agua en casa. Conocer los mitos y verdades sobre el uso del seguro puede cambiar la percepción de que están reservados solo para emergencias graves, ya que los seguros funcionan como una red de apoyo ante imprevistos comunes que pueden desestabilizar a una familia o negocio.
En el caso de Seguros Alianza, las coberturas incluyen una amplia variedad de asistencias complementarias que los clientes pueden usar a lo largo del año, sin necesidad de que ocurra un siniestro mayor. Entre ellas destacan: servicios de auxilio vial, grúa o remolque, atención médica o legal en emergencias, apoyo en viajes nacionales y reparaciones domésticas básicas como plomería, cerrajería o electricidad.

Estas coberturas buscan ofrecer soluciones prácticas y de respuesta inmediata, contribuyendo a mantener la seguridad y el bienestar sin que medie una catástrofe o pérdida total.
Estos beneficios demuestran que el seguro no es un gasto para emergencias remotas, sino un instrumento de bienestar continuo que acompaña al asegurado en su vida diaria, ofreciendo soluciones reales frente a incidentes frecuentes. Con igualdad, los mitos y verdades sobre el uso del seguro son esenciales para entender esto.
- “Contratar un seguro es complicado”: Gracias a la transformación digital, cada vez más aseguradoras han simplificado sus procesos. Plataformas como Alianza Online permiten cotizar, contratar y activar coberturas sin papeleo y en menos de 24 horas. Además, herramientas tecnológicas y a la vanguardia como Ali, el asistente virtual de Seguros Alianza, facilitan la experiencia al guiar al usuario paso a paso, responder dudas frecuentes y ofrecer información inmediata sobre productos disponibles.
- “No entiendo los términos del contrato”: La percepción de que las pólizas están redactadas en un lenguaje inaccesible ha sido un obstáculo frecuente. Por eso han surgido iniciativas como Aprende con Alianza, un centro de ayuda en línea donde los usuarios pueden consultar de manera sencilla qué cubre un seguro, qué significan ciertos términos y cómo sacar el mayor provecho de su póliza. Esta plataforma está diseñada para que cualquier persona —independientemente de su experiencia previa— pueda entender el mundo asegurador de forma clara y didáctica.
- “No lo necesito porque nunca me ha pasado nada”: La verdadera función del seguro es anticiparse al riesgo. No se trata de si algo va a ocurrir, sino de estar preparado en caso de que ocurra. En palabras de María Augusta Lucio, Gerente de Desarrollo de Negocio de Seguros Alianza “el seguro es como un cinturón de seguridad. Puede que no lo necesites todos los días, pero cuando pasa algo, marca la diferencia entre salir ileso o con grandes pérdidas. Aún más importante: te da tranquilidad, y esa tranquilidad es un activo que muchas veces no valoramos hasta que nos falta”.
Educación financiera y tecnología: los nuevos aliados del asegurado
El uso de asistentes virtuales, plataformas digitales y centros de información interactivos ha comenzado a transformar la relación entre aseguradoras y clientes. La comprensión de los mitos y verdades sobre el uso del seguro mediante estas herramientas permite que más personas puedan informarse, comparar opciones y contratar seguros sin intermediarios, de forma rápida y segura.
En un país expuesto a riesgos naturales, sociales y económicos, contar con protección ya no debería ser un privilegio, sino una decisión informada. Y para ello, entender cómo funciona el seguro —y despejar los mitos y verdades sobre el uso del seguro— es un paso indispensable.
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