Ecuador atraviesa una crisis energética sin precedentes, con cortes de electricidad de hasta 14 horas diarias que han impactado severamente el teletrabajo. Según el Ministerio de Trabajo, en 2023 existían 166.448 contratos bajo esta modalidad, impulsada por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, los prolongados apagones obligan a los trabajadores a recurrir a espacios públicos como cafeterías y centros comerciales, exponiendo la seguridad informática de sus actividades y aumentando los riesgos de ciberataques.
Aumento de los riesgos de Ciberseguridad
El uso de redes públicas es especialmente riesgoso. Según la consultora GSM, los incidentes de seguridad informática en Ecuador crecieron un 6 % en 2023, reflejando la vulnerabilidad de los sistemas en estos entornos. Redes Wi-Fi públicas, al carecer de controles adecuados, permiten el ingreso de ciberdelincuentes que ejecutan ataques como el robo de contraseñas, datos bancarios y personales.
El profesor Adrián Marchal, experto en ciberseguridad de la Universidad Nebrija, subraya que este tipo de conexiones son altamente peligrosas. “Las redes públicas, al no requerir autentificación, se convierten en un canal ideal para los ciberdelincuentes. Es imperativo usar solo Wi-Fi de confianza y protegerse con herramientas como VPN”, advierte.
Principales amenazas y recomendaciones
Conectarse a redes públicas puede derivar en ataques como:
- Malware: software que facilita el acceso no autorizado a datos personales.
- Ataques de intermediario (Man in the Middle): intercepción de comunicaciones para obtener contraseñas o datos bancarios.
- Redes falsas (Evil Twin): imitaciones de redes legítimas diseñadas para robar información.
Los puntos de acceso más vulnerables incluyen aeropuertos, centros comerciales y cafeterías, donde la alta concentración de usuarios amplifica las posibilidades de ataque.
Medidas para fortalecer la seguridad
Para mitigar los riesgos, se recomienda:
- Utilizar una VPN confiable para cifrar la conexión.
- Mantener actualizado el software y el antivirus.
- Desactivar la conexión automática a redes Wi-Fi públicas.
- Implementar autentificación de dos factores.
- Evitar realizar transacciones financieras en redes inseguras.
El profesor Marchal concluye que, en tiempos de crisis energética, es crucial que tanto las empresas como los empleados refuercen sus prácticas de ciberseguridad. De esta manera, podrán proteger sus datos personales y corporativos frente a un entorno digital cada vez más amenazante.
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