Durante junio de 2025, los asesinatos en Manta habían disminuido de forma significativa. La ciudad pasó de un promedio mensual de 40 homicidios a registrar únicamente 21. Sin embargo, esa aparente calma concluyó abruptamente el 16 de julio, cuando se produjo el asesinato de Leonardo Briones, conocido como alias Mexicano, líder del grupo delictivo Los Lobos. En el atentado también murieron su esposa y dos guardaespaldas, lo que marcó el inicio de una nueva ola de violencia.
Muerte de Briones y aumento inmediato de homicidios
Briones tenía una condena de diez años por delincuencia organizada, pero se encontraba en libertad por haber apelado y contar con medidas sustitutivas, como la presentación periódica ante un juez. El crimen se cometió a las 14:00, en la vía a San Mateo. Los atacantes emboscaron los vehículos blindados en los que se desplazaba el cabecilla criminal y su comitiva, utilizando armas de largo alcance.
Tras ese hecho, los asesinatos en Manta se dispararon. En solo dos días, el 17 y 18 de julio, se contabilizaron 20 homicidios, una cifra casi idéntica a la registrada en todo el mes anterior. Entre las víctimas figuran un menor de edad de 16 años, un policía y un agente del sistema penitenciario.
Reacción violenta y presencia militar
La respuesta de Los Lobos no tardó. La misma noche del asesinato de Briones, se reportaron ataques contra presuntos miembros de Los Choneros en un night club. Los sicarios incluso usaron pirotecnia, presuntamente para celebrar la muerte del líder rival. Las represalias continuaron con más asesinatos en Manta, Portoviejo, Montecristi y Jaramijó. Solo en la parroquia Leonidas Proaño, el 17 de julio, seis personas fueron asesinadas.
Ante esta crítica situación, el Gobierno desplegó 2.000 militares a Manta el viernes 18 de julio. Los operativos de seguridad incluyen controles de armas, vigilancia en puertos, carreteras y sectores comerciales. A pesar de estas acciones, el comandante policial Giovanny Naranjo ha advertido que se necesitan al menos 200 agentes adicionales para cubrir adecuadamente el territorio afectado por los asesinatos en Manta.

Acciones municipales y fortalecimiento de la seguridad
Ese mismo viernes, el Concejo Cantonal de Seguridad de Manta convocó una sesión de emergencia. La alcaldesa Marciana Valdivieso anunció medidas para reforzar la presencia policial y militar, además de limitar la comercialización de pirotecnia. Se priorizarán las zonas con mayor incidencia de violencia.
Hasta el momento, la zona distrital de Manta, que incluye Montecristi y Jaramijó, suma 251 asesinatos en lo que va del 2025. A nivel provincial, Manabí ha registrado 267 muertes violentas solo en el primer semestre del año. Las autoridades continúan trabajando para contener la expansión del crimen organizado y frenar el alarmante incremento de los asesinatos en Manta.
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